Verano 2022, Covid 19: todos infectados ¿y ahora qué?
Había pensado titular esta nueva Crónica “Del laberinto al 30”. Ya saben, esa jugada de la Oca en la que ubicado en la casilla 42, cuando se cae en el laberinto, se está obligado a retroceder a la casilla 30. Quizás también llamarla Covid 22 y así cada año ir añadiendo un número a esta pandemia. Y ello motivado por esa sensación que todos tenemos de no acabar nunca con esta historia. Como ya he comentado más de una vez, es una sensación real, pues jamás erradicaremos ni eliminaremos esta familia de coronavirus que cada día es más numerosa. Otra cosa es que podamos controlarla y convivir con ella.
Y la pregunta, muy crítica a veces, que nos hacen a los médicos es: “Pero vamos a ver; si nos hemos vacunado dos o tres veces, algunos cuatro, y ya más de un 80% se ha infectado ¿cómo se explica este camino a ninguna parte?” “¿Es que vamos a estar como Sísifo subiendo y bajando la piedra de la montaña eternamente?”. Y de esas dudas nacen convicciones firmes: “la vacuna es solo un negocio que no sirve” “esto se ha pasado”, “no es más que una gripe”, o compartiendo frase con Pepe Alvarez de UGT sobre el futuro de la economía “que se vayan a hacer puñetas y vamos a disfrutar el verano“. Cuanto mayor es la ignorancia mayor es el dogmatismo.
Los hechos ciertos es que desde que apareció por primera vez a fines de 2019, el virus que provoca la covid-19 (SARS-CoV-2) ha estado mutando con aparición de nuevas variantes. Las infecciones actuales por Omicron BA4 y BA5 con gran transmisibilidad, son diferentes a las infecciones del virus primitivo de Wuham frente a quienes se diseñaron las vacunas que ahora estamos prescribiendo. Los estudios muestran que tanto las vacunas como la inmunidad producida por una infección anterior podrían no proporcionar mucha protección frente a la infección, aunque parece haber inmunidad celular suficiente para proteger contra la enfermedad severa. Y eso lo tenemos claro. Pese a la infección de la mayoría de los ciudadanos (más de un 80% en Reino Unido y EEUU, y en España igual pero sin contarlos) no ha habido un exceso proporcional de hospitalizados, pacientes en UVI ni fallecidos. Pero eso sí, podremos repetir de nuevo la infección con nuevas variantes, es decir si usted se infectó con Delta, no tendrá buena protección frente a Omicrón BA4 o BA5.
Y aparecerán nuevas variantes. Los virus hacen copias idénticas de sí mismos para reproducirse, pero no lo hacen siempre de forma perfecta. Cometen errores que cambian el modelo genético, lo que da como resultado una nueva versión del virus. Si esto le da al virus una ventaja de supervivencia, la nueva versión prosperará. Cuantas más posibilidades tenga el coronavirus de hacer copias de sí mismo en nosotros, sus huéspedes, más oportunidades habrá de que ocurran mutaciones. Mientras el virus siga circulando seguirán apareciendo nuevos linajes y variantes del virus, así que con la cantidad de infecciones de los últimos meses, tendremos nuevas variantes.
Entonces, ¿qué podemos hacer? Lo primero es no entrar en pánico y no alterar nuestras costumbres sociales, pero enfrentarnos seriamente y utilizar las herramientas que poseemos. La buena noticia es que las vacunas siguen teniendo un fuerte efecto protector contra la enfermedad severa y aunque la inmunidad frente a la infección se desvanece en tres o cuatro meses, si mantenemos los consejos de las autoridades sanitarias respecto a vacunaciones, estaremos protegidos de enfermedad grave, especialmente aquellos más débiles. Hay que recordar que en personas mayores de 60 años que no han recibido la tercera dosis y no han pasado la infección en los últimos seis meses un recuerdo de la vacuna reduce los riesgos de enfermedad grave. Y que los estudios demuestran que una cuarta dosis en pacientes mayores de 60 años disminuye alrededor de un 75% los riesgos de hospitalización y muerte. Además, debemos mantener la vigilancia de los niveles de Covid en cada Comunidad porque ello llevará a adecuar las medidas de protección necesarias como mascarillas en interiores y otras recomendaciones. Tenemos también antivirales muy efectivos para personas en riesgo.
El reto más importante que tenemos por delante es la llegada de vacunas de nueva generación, que llamamos Pan-coronavirus o vacuna universal. Se trata de fabricar vacunas más amplias y durables y con acción sobre todos los coronavirus conocidos (Sars Cov 1, Mers, Sars Cov2 y sus variantes incluidos los distintos tipos de Ómicron desde BA1 hasta BA5) y aquellos no conocidos hasta el momento y que aparecerán en el futuro. La técnica es construir plataformas con nanopartículas con diferentes proteínas del pico de los diferentes tipos de coronavirus que produzcan diversas reacciones de anticuerpos para cada una de ellas. Otro de los retos es fabricar vacunas pan-coronavirus intranasales que protejan de la infección y contagio, algo que las vacunas actuales no consiguen, aunque afortunadamente impiden la enfermedad sistémica. En la actualidad, preparando la vacunación en otoño-invierno 2022, se está investigando cual es la mejor dosis y la ideal combinación de variantes para ser incluidas en la próxima vacuna.
Hemos dejado atrás la fase pandémica fulminante pero no podremos erradicar ni eliminar el coronavirus pues es un virus que replica y cambia, y no deja inmunidad permanente como la viruela o la polio. Debemos controlarlo sin alterar la vida social normal. Y para ello, tenemos que tener siempre presente acciones como: ventilación, mascarillas en interiores según la circulación comunitaria del virus, posible vacunación intermitente y prescripción de antivirales según consejo de nuestros médicos. Pero no olvidemos que las infecciones emergentes, siempre han existido y estarán con nosotros en el futuro. Son un desafío perpetuo y tendremos que estar preparados perpetuamente.