31 Julio 2021. Jon Rahm y las infecciones por coronavirus en personas vacunadas
Una de nuestras esperanzas más claras para medalla olímpica , el número uno del golf mundial Jon Rahm, “ha vuelto” (? ) a contagiarse de coronavirus y no podrá competir. Vacunado en Junio con Janssen, pasó el Covid unos días después, cuando no estaba aún protegido y ahora, meses después, tras varios PCR negativos ha dado positivo estando completamente asintomático. ¿Cómo interpretarlo? Es un claro ejemplo de la confusión que existe. Es extremadamente raro que se haya reinfectado con otra variante y es muy probable que continúe con los virus iniciales y quizás sean virus residuales muertos que no producen contagio alguno. Pero ha caído víctima de esa tibia espesura del conocimiento que tenemos de esta enfermedad y que en parte vamos a intentar aclarar.
Veamos. El aumento alarmante de infecciones Covid en España, Francia, Estados Unidos y otros lugares, está conduciendo a un verano inesperado y limitante en cuanto a apertura social. Lo que está ocurriendo es predominantemente en personas no vacunadas pero es frustrante que también ocurra en un escaso número de personas vacunadas. Tenemos una respuesta muy eficaz que es la vacunación y por tanto para evitar este aumento de contagios hay que vacunar lo más rápido posible. Esperemos que no ocurra en España como en Estados Unidos, donde uno puede vacunarse donde cuando y como quiera, pero donde más de un 70% de las personas no vacunadas no piensa hacerlo.
Las consecuencias de tener una población no vacunada, cualquiera que sea la razón, bien porque aún no le ha llegado el turno como en España o porque rechacen vacunarse, es la diseminación continua de la infección con permanente circulación del virus. Ello significa, en primer lugar, un riesgo de enfermedad para los no vacunados y quizás para un escaso número de vacunados con factores de riesgo también. Además se da la oportunidad al virus a crear una variante que pierda la protección de las vacunas y sea incluso peor que las conocidas hasta el momento. Cuanto más se deja circular el virus, más posibilidades tiene el patógeno de mutar de una manera que podría hacerlo más transmisible, permitirle causar una enfermedad más grave o ayudarlo a evadir la protección de las vacunas. Por el momento, esta predominante variante Delta que es altamente transmisible, muy por encima de la anterior variante alfa, está muy bien cubierta por la mayoría de las vacunas (no en el 100% claro) en cuanto a la protección sólida de enfermedad que requiera hospitalización.
Las posibilidades de infectarse con Sars-Cov2 de una persona completamente vacunada son un 0.004% en estudios en EE.UU. Una persona sana completamente vacunada en el momento actual no debe temer contagiarse severamente. Presentará como mucho mínimos síntomas o estará asintomático. Es extremadamente raro que esa persona sana pudiera tener una infección que requiriera hospitalización. Quiero decir que hay una clara diferencia entre dar positivo y enfermarse.
Las personas completamente vacunadas que dan positivo, pueden tener cantidades del virus en sus cuerpos, lo suficiente como para ser detectado con las pruebas de Covid-19, pero generalmente no lo suficiente como para enfermarlas. No obstante esta semana han aparecido estudios que demuestran claramente que estas personas vacunadas que se infectan son capaces de transmitir la infección a individuos no infectados y que no existe diferencia en la cantidad de virus en la nasofaringe al compararlos con personas contagiadas sin vacunar. Esa es la razón por la que los CDC americanos han vuelto a recomendar el uso de mascarillas en lugares cerrados a todo el mundo, vacunados o no. Es importante considerar que hay algunas personas que están inmunosuprimidos como pacientes trasplantados, o aquellos con quimioterapia por cáncer o con enfermedades inmunológicas que requieren tratamiento inmunosupresor, están en una situación más vulnerable y pudieran enfermar con mayor gravedad a pesar de haber recibido una vacunación completa.
Tenemos que avanzar lo más rápidamente posible en la vacunación y convencer a quienes cerca de nosotros no quieran vacunarse. Porque si entramos en otoño con tan solo un 70% de personas completamente vacunadas, vamos a tener que lidiar con un problema serio aún pues hay que alcanzar una cifra superior al 85%. El virus está tratando de no extinguirse, y la evolución favorecerá la transmisión. La evolución favorecerá el escape de la vacuna y la prevención de tal resultado requerirá centrarse en vacunar a la mayor cantidad de personas posible, en España y en todo el mundo. Tenemos la capacidad de aplastar este virus si conseguimos vacunar a la gran mayoría de la población, pero si encontramos una alta población de “negacionistas”, deberíamos considerar obligatoria la vacunación para proteger la salud de todos.