Diciembre 2021. Ya está aquí: Coronavirus Ómicron
Durante siglos escondida y en unos días es más conocida que el Papa. Ómicron es la decimoquinta letra del alfabeto griego, significa literalmente "o pequeña", y es el nombre de la nueva variante del coronavirus aparecida en Sudáfrica, ya dispersada por el mundo y que ha causado pánico en esta pandemia interminable
Vamos a comenzar diciendo que ignoramos muchas cosas de esta nueva variante. Es decir que puede ser algo que no cambie nada la situación actual o, por el contrario, que obligue a modificar las vacunas. Sólo sabemos que esta nueva variante tiene unas 32 mutaciones en su proteína de pico que es la diana donde atacan los anticuerpos que hemos fabricado con las vacunas o con la enfermedad. Tenemos quince días para que los científicos nos den las respuestas. Y estas deberían ser las preguntas:
- ¿Es más contagiosa que la delta actual? Seguramente es más transmisible. Lo que sabemos es que en Sudáfrica hubo un pico de trasmisiones, sospecharon que había otro virus y lo detectaron con las pruebas actuales de PCR. Pero es necesaria una más completa información epidemiológica.
- ¿Es más dañina? De momento tenemos dos informaciones. La doctora Angelica Coetze en Pretoria, una región con alto porcentaje de vacunación, fue la primera que reportó casos de infección por ómicron pero con síntomas leves como dolor de cabeza y cansancio, sobre todo en varones menores de 40 años. Considera que los pacientes vacunados están protegidos de enfermedad grave. Y el doctor Rudo Mathivha en Soweto, una población con bajos niveles de vacunación (cercana al 20%), describe jóvenes con enfermedad moderada-severa y algunos graves en las UCIs. Así que parece que en personas completamente vacunadas la enfermedad no es grave. Lógicamente precisamos más información epidemiológica, pues estos datos no parecen estar en consonancia con la grave alarma mundial que ha originado esta variante ómicron.
- ¿Nos protegerán los anticuerpos que hemos formado con las actuales vacunas? Para saberlo es necesario poner en contacto el virus con suero de pacientes vacunados y ver si los anticuerpos lo neutralizan. Las vacunas generan lo que se llama una respuesta policlonal, con muchos anticuerpos que reconocen diferentes partes de la proteína de pico, de modo que, aunque algunos no funcionaran otros anticuerpos pueden reconocer el virus. Y además hay una respuesta celular defensiva a la que afectan menos las mutaciones. Es posible que puedan ser algo más resistentes pero lo más probable es que las vacunas sigan funcionando bien. Sabemos que los vacunados y especialmente en aquellos vacunados con tercera dosis (hay una pérdida de inmunidad de la vacuna después de seis meses) tienen muchas más posibilidades de estar protegidos ante nuevas variantes. Los estudios han sugerido que las dosis de refuerzo pueden, al menos durante un tiempo, provocar niveles tan altos de anticuerpos que pueden resistir ampliamente un virus mutado, incluso si a los anticuerpos no se dirigen también a las proteínas virales específicas. A veces, la cantidad puede compensar la falta de coincidencia.
- ¿Y si se demuestra que los anticuerpos que tenemos no neutralizan el virus? En ese improbable caso, hay que volver a modificar la vacuna. Con las plataformas actuales (ya están trabajando en ello) se consigue una vacuna adaptada a esta variante en uno o dos meses.
- ¿En ese caso es mejor esperar antes de poner una tercera dosis a que saquen la nueva vacuna? No. Esa tercera dosis le llevará a un titulo de anticuerpos muy superior a los que alcanzó con la segunda dosis y aumentará sus posibilidades de protección frente a otras variantes
- ¿Qué tenemos que hacer? Los países ricos, organizar un programa de vacunación mundial más exitoso. Los investigadores, estudiar la situación desde el punto de vista epidemiológico y biológico. Los técnicos en salud, impulsar el grado de protección frente a ómicron con vacunación masiva y poner dificultades a los que no se quieren vacunar. Nuestro Gobierno, aprobar con urgencia la tercera dosis para todos aquellos mayores de 18 años que recibieron la segunda hace más de seis meses y acelerar cuanto antes la vacunación de los niños. Y nosotros, continuar con la protección no farmacológica (mascarillas en interiores y en exteriores con grupos, ventilación) y vacunación de la tercera dosis cuanto antes sea posible.
- ¿Y en Navidades? Si tenemos familia con los mayores de 12 años vacunados (con tercera dosis aquellos que han pasado más de seis meses de la segunda dosis) no es necesario llevar mascarilla y podemos disfrutar como fue tradicionalmente. Es recomendable un test de antígenos con menos de 24 horas de la reunión, que aunque no es totalmente excluyente, orienta sobre la carga viral que tenemos. Si no conocemos la situación de vacunación: mascarillas, ventilación y distancia.