Octubre 2021 ¿Debemos vacunar de coronavirus a los niños menores de 12 años?
Palabras clave
Covid 19, Sars Cov 2, coronavirus, vacunación covid
Es un tema de permanente conversación entre padres, amigos y abuelos. Y creo que va a ser de largo recorrido porque no tenemos información suficiente para hacer una recomendación. Voy a darles mi opinión, pero antes vamos a informarnos de lo que sabemos hasta el momento.
Los niños se vacunan, eso sí lo sabemos. Pero muchas veces no tenemos presente la dimensión de la atmósfera vacunal en la que están inmersos estos peques. El calendario vacunal español incluye (hasta cinco dosis en algún caso) las siguientes vacunas: difteria, tétanos, tosferina, poliomielitis, haemophilus influenzae B, sarampión, rubeola, parotiditis, hepatitis B, enfermedad meningocócica C, varicela, virus del papiloma humano, enfermedad neumocócica y muy aconsejables rotavirus y meningococo B. Muy pocos se plantean la necesidad o no de vacunarles. Por tanto, dudar de que se vacunen frente al coronavirus, que tanto daño ha hecho en nuestras vidas, parecería algo sin mucho fundamento. Estamos hablando de 3,2 millones de niños de 5 a 11 años que viven en España
La duda se produce porque no conocemos si es mayor el beneficio que el riesgo. Estos niños sin vacunar no están provocando, de momento, una nueva ola de Covid-19 y aunque su incidencia por grupos de edad es la más alta, globalmente se mantiene baja. Los expertos consideran que el beneficio individual sigue siendo importante, pero la vacunación masiva de los menores de 12 años ya no será tan trascendente para el control de la pandemia. Los más pequeños tienen mucho menor riesgo de padecer la versión más grave de la Covid-19, y por tanto su vacunación no parece urgente.
No obstante en los menores de 12 años el riesgo de desarrollar enfermedad no es cero y si se infectan pueden transmitir el virus aunque un 50% sean asintomáticos. Los datos del Instituto de Salud Carlos III nos dicen que desde junio del año pasado han muerto 16 niños menores de 10 años y 176 han ingresado en UCI. Su vacunación les protegería a ellos de tener alguna de las formas graves descritas, como el síndrome inflamatorio multisistémico, y reduciría su potencial de transmitir el virus a otros. Sabemos que no pondremos final a esta pandemia si no vacunamos a los niños. Y tener los niños protegidos significa también una cierta liberación para recibir una educación y disfrutar los entretenimientos de una vida normal.
La vacuna de coronavirus se viene estudiando en niños mayores de seis meses de edad. Ya existen millones de niños mayores de tres años vacunados en China, Chile, Argentina y otros países con vacuna Synopharm con resultados excelentes en fase 2 y también, aunque no publicados aún, en fase 3. Los datos de Pfizer, pendientes de evaluar por las agencias reguladoras, revelan en un estudio de 2268 niños que su vacuna en niños de 5-11años es segura y bien tolerada. La respuesta de anticuerpos y los efectos secundarios en los niños después de dos dosis de 10 ug separadas tres semanas fue comparable a la respuesta en los niños mayores y adultos con dosis de 30 ug. Las demás vacunas aún pendientes de presentar resultados. Y ya está terminando el estudio niños de 2 a 5 años con dos dosis de 3 ug del que tendremos resultados y decisiones en diciembre.
Seguramente la sociedad española se dividirá entre aquellos convencidos del beneficio individual de la vacunación, otros que permanecerán en la duda y finalmente quienes rechazarán vacunar del coronavirus a sus pequeños, basados en que no hay datos a largo plazo y en que la enfermedad no es grave en este rango de edad.
¿Y qué decisión tomamos? En mi opinión, la misma que cuando subimos a un tren o un avión: confiar en los profesionales. Insisto que el mundo de las vacunas está en manos de expertos mundiales. Son científicos, inmunólogos, vacunólogos, virólogos, clínicos, estadísticos y comités éticos. Ellos son los únicos que miran los datos y resultados de los estudios. Cuando llegan a la conclusión que la vacuna es segura y eficaz, presentan los datos a la compañía farmacéutica que realizó el estudio y traslada la información a los órganos reguladores.
El Comité asesor de vacunas americano (VERPAC) presenta a la FDA los resultados de los estudios (próximo día 26 de octubre) y posteriormente el Centro de control de enfermedades (CDC) concreta las indicaciones (2 y 3 de noviembre). Igualmente, la OMS y en Europa la EMA estudian los resultados y elaboran conclusiones y recomendaciones. En España la AEMS y los diferentes comités de vacunas estudian y aconsejan lo que tenemos que hacer. Se trata de centenares de expertos independientes, profesionales de carrera, sin ninguna relación con compañías farmacéuticas, con una gran experiencia práctica que después de un minucioso y preciso análisis de los datos analizando el riesgo/beneficio para su aprobación deciden las recomendaciones.
Debemos seguir las recomendaciones de estos excelentes profesionales y evitar opiniones ocurrentes de tantos “mensajeros” en los medios de comunicación. Hay que confiar en los que saben y si aprueban el uso de vacuna en estos niños, es que es segura y eficaz. Debemos seguir la indicación de nuestros pediatras que tendrán toda la información científica y que sabrán aconsejar lo que cada niño individualmente precisa.